Candela, un "charro" en El Rocío
CAPÍTULO V: Los caballos
En este capítulo se habla todo lo referente a la cría de
caballos en las dehesas salmantinas, cuya finalidad principal, era la de ser
una herramienta en la cría de toros de lidia. Amador, gran amante de los equinos, pronto se
da a conocer ante el mayoral de la finca, Antonio, como un gran conocedor de
los caballos, por lo que es significado dentro de las faenas a realizar en la
hacienda, como criador de caballos y perfecto conocedor de los mismos, como el
encargado de la cría de los mismos, su selección y su compra y venta. Todo ello
hace que en «La Tierra de Ciudad Rodrigo», se le llegue a envidiar y a proponer
su cambio de servicios, por la fama de conocedor de caballos que lo precede, en
base a sus compras y ventas, lo que hace que la cabaña equina de la dehesa
donde trabaja, mejore ostensiblemente.
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