«A
la feria de Salamanca» de Carlos Vázquez
Candela, un "charro" en El Rocío
CAPÍTULO IV: El mayoral II
En este capítulo, además, de adentrarnos más en los entresijos
de la dehesa, especialmente en lo referente a la cría de toros de lidia, con
las tientas, apartados de hembras y machos, así como el consiguiente traslado a
la plaza, para su lidia, también se entretiene el autor en el otro ganado que
se cría en las fincas charras, emparejado con y para la cría de los toros.
En este sentido, la finca donde ocurren los hechos, en esta
primera parte de la novela, se cuenta con un gran conocedor de los equinos,
Amador, el padre de Candela, que poco a poco, se irá creando una fama en toda «La Tierra de Ciudad-Rodrigo».
Son temporadas felices para la familia, para Amador y su esposa,
así como para su hija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario