Koraimon del Castillo Sunpu

La sombra del shōgun

Libro V de la Leyenda de Jhuno

CAPÍTULO III: Regreso al castillo

Cuando sólo quedaba, poco más de una jornada, para llegar al castillo donde Hayato y sus compañeros llevaban a Jhuno, el samurai, cayó en la cuenta de que sus ropas no eran las más adecuadas, siendo las de sus compañeros Kiyoshi, Yusei y Asahi, de igual o peores trazas que las suyas. Era probable que el jitō, señor de aquellas tierras, un shōen, que por estar al norte de la frontera de lo que entonces se consideraba Japón, abarcaba la totalidad de la isla en la que se encontraban, Hokkaidō, la cual no se incorporaría oficialmente, como parte del país, hasta bien entrado el siglo XIX, considerándose el periodo anterior como zona fronteriza, ni siquiera diera permiso a sus subordinados para recibirles, pero en base a la naturaleza de la misión que les llevaba ante su presencia, Hayato, pensaba que reconsiderándolo, los recibiría.

No tenían dinero, ni medio alguno de procurarse otras ropas. Aquellos rōnin que llevaban consigo a Jhuno, que sólo llevaban como valor sus espadas, aspiraban a dejar de ser unos rōnin y convertirse en samurais, esa, era el juego al que estaban jugando y Jhuno era la carta bajo la manga que hacer valer.