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viernes, 24 de noviembre de 2017

Sierra de Gata
LA TIERRA DONDE HAS DE MORIR
Libro VI de la Leyenda de Jhuno
Capítulo II: Camino de Sevilla
Al principio, Harek, había echado de menos aquella montura, el caballo negro con el que aprendió a cabalgar que, a su regreso a las tierras donde vivió Faridah, había muerto, tras su viaje desde Sevilla, donde había dejado a su amada Leonor, a la que había dejado embarazada en sus encuentros amorosos, con la barragana, la favorita del rey de Castilla, Alfonso XI. Pero claro, eso él, no lo sabía, lo ignoraba por completo, máxime, cuando ella, la favorita, no estaba en condiciones de decirle la verdad, ello hubiera supuesto un gran peligro para su vida, incluso para la vida de Harek, así que determinó guardar el secreto, secreto que nunca dio a conocer a ninguna otra persona, ni siquiera con el paso de los años, a sus propios hijos que, siempre creyeron que eran hijos del rey de Castilla.
Mientras Alfonso XI, arreglaba las cosas en su reino, en interminables batallas contra sus nobles disconformes, siempre, a la vez que hacía pactos con sus reinos vecinos, Aragón y Portugal, incluso en ocasiones determinadas con Granada, sus campañas se centraron, posteriormente, en la amenaza que representaba la incipiente expansión en la península del imperio benimerí del norte de África, el noruego Harek, asentado en las proximidades de Ciudad Rodrigo, enrolado como como peón primero y como mayoral, con el tiempo, consiguió llegar a ser un gran jinete, como lo eran aquellos que le enseñaron, los que todavía no, pero con el tiempo serían denominados «charros», aprendiendo a montar a la jineta, es decir, con estribos, lo que le facilitaba, en gran medida, su trabajo en la dehesa y, cómo no, cuando fuera necesario el uso de la espada, a la vez que cabalgaba. 

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