Lilan Wakan
Libro III de la Leyenda de Jhuno
Capitulo IX: Mato Tipila
Cuando los que reptaban por el
suelo no habían cubierto ni siquiera la tercera parte de la distancia a la que
tenían que aproximarse, Jhuno cogió la primera de sus flechas para ponerla en
el arco, calculó la distancia, la suave brisa de la pradera que iba de
izquierda a derecha de su posición, respecto de la manada, que hacía que se
inclinara levemente la hierba alta; la posición del sol, al lado opuesto de
donde soplaba la brisa, en el sur, era mediodía, y no le impedía la
visibilidad. La flecha salió disparada describiendo una parábola que era
seguida por todos los presentes menos por Jhuno, ávidos de saber si era posible
lanzarla tan lejos y con precisión con aquel arco. Jhuno no seguía la trayectoria
de la primera flecha, estaba ocupado, su cadencia de disparo era diabólica, no
habiendo alcanzado la primera flecha su objetivo, había disparado ya las cinco
siguientes.
De pronto todos quedaron con la
boca abierta, incrédulos ante las imágenes que estaban llegando a sus retinas,
uno tras otro y hasta un total de seis ejemplares, de los más grandes habían
sido abatidos en un suspiro, con una gran precisión. Las flechas se habían
clavado en los costados y les habían llegado directamente al corazón de los
animales que se desplomaron ya sin vida.
El resto de los animales
próximos, intuyeron que algo pasaba, pero se alejaron levemente de los abatidos
sin comprender en realidad lo que había pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario