Lilan Wakan
Libro III de la Leyenda de Jhuno
Capitulo XIV EL DESIERTO
A medida que avanzaban por aquel terreno, no podían por menos de
quedarse boquiabiertos con el espectáculo para sus ojos que representaban las
aisladas mesetas y los cerros rojos rodeados de un desierto, que si bien
parecía vacío y arenoso, más al norte, en la Gran Cuenca, Jhuno y Talutah, habían aprendido a que hay en él
numerosas plantas y animales, y que pese a no verse, insuflan mucha vida al
desierto.
Este paisaje que estaban atravesando, es lo que se conoce en la
actualidad como el Monument
Valley o Valle de los Monumentos. Aunque no es en realidad un valle, en el
sentido convencional, sino que es un espacio ancho y plano, y algunas veces
desolado, interrumpido por las formaciones rocosas que se elevan a cientos de
metros en el aire, y que no son más que los últimos restos de las capas de roca
arenisca, que alguna vez cubrió toda la región.
Este paisaje es uno de los que siempre nos
ha quedado en nuestra retina, por ser uno de los más socorridos en las
películas de oeste americano, habiendo sido filmados hasta la saciedad,
independientemente de si los pueblos indígenas que salían en la película tenían
este hábitat o cualquier otro, eso no era lo importante para el espectáculo
según la industria de Hollywood. Los colores tan brillantes y profundos de sus
paisajes son tal cual aparecen en las imágenes.

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