Kusunoki Masashige
La sombra del shōgun
Libro V de la Leyenda de Jhuno
CAPÍTULO XIX: La restauración Kenmu
La restauración Kenmu
o Kemmu fue un período de la
historia japonesa que abarcó los años 1333 a 1338, comenzando con la caída del shōgunato de Kamakura,
cuando el Emperador Go-Daigo intentó restablecer el
control Imperial en el país, sin embargo, falló cuando Ashikaga Takauji, se proclama a sí mismo shōgun
e instaura el shōgunato Ashikaga, acabando por completo la
Restauración.
Ashikaga Takauji se había hecho con Kioto luchando a favor del Emperador
Go-Daigo y éste, una vez que tomó posesión de la capital, empezó a poner en
funcionamiento un plan para devolverle al trono y a la corte el poder que
tenían antes de la llegada del gobierno samurai. En realidad, fueron, hasta
entonces, muy pocos los emperadores que habían ejercido un poder real. Su
intención era la de erigirse como un gobernante absoluto, sin estar bajo el
control de ningún regente cortesano ni shōgun
militar. Fue precisamente la clase guerrera, los militares, los samurais,
los que se vieron apartados de los cargos importantes, de igual manera en la
capital como en las provincias, incluso aquellos que habían combatido por el
propio Go-Daigo, que ni siquiera fueron premiados con partes de las tierras
arrebatadas a los Hōjō tras la caída de Kamakura, pues éstas fueron repartidas
entre los aristócratas. Seguramente ningún samurai quedó más decepcionado que
Ashikaga Takauji, pese a ser generosamente recompensado, pues pidió para sí el
cargo de shōgun y tuvo que ver como
no sólo se le negaba, sino que además se le concedía al hijo mayor del
emperador, el Príncipe Moriyoshi, un miembro de la clase cortesana y no un
guerrero.
Obviamente, todos estos cambios no gustaron a los samurais, casi del
primero al último, y en el hecho de ponerse a toda la clase militar del país en
contra tenemos la explicación a la corta duración de este periodo. Como no
podía ser de otra forma, Takauji no tardó demasiado en rebelarse contra el
nuevo gobierno imperial y, en 1335, se estableció –no por casualidad– en la
ciudad de Kamakura, la que había sido capital del shōgunato, llevándose consigo a Moriyoshi y ejecutándolo poco
después. El emperador nombró shōgun entonces
a otro de sus hijos, el Príncipe Nariyoshi. Meses más tarde, ya en 1336,
Takauji se dirigió a Kioto para derrocar al emperador, pero el avance de su
ejército se vio frenado por las tropas de los pocos líderes samurai que
permanecían fieles a Go-Daigo, impidiéndole entrar en la capital y obligándole
a desviarse hasta llegar a Kyūshū. Pero allí también había numerosos clanes
samurai descontentos con el nuevo gobierno, por lo que decidieron unirse a la
rebelión de Ashikaga Takauji, tal y como hicieron a partir de entonces todos
los clanes de los lugares por los que iba pasando de camino, nuevamente, a
Kioto.
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