Álcazar de Sevilla, patio interior.

LA TIERRA DONDE HAS DE MORIR

Libro VI de la Leyenda de Jhuno

Capítulo VIII: El encuentro con Leonor

Pese a pretenderlo, Harek, no pasaba desapercibido, así que cuando se acercó a la puerta del palacio con la intención de ver a Leonor, la guardia del mismo se puso en prevención dándole el alto.

—Soy Harek, de la milicia concejil de Ciudad-Rodrigo, deseaba ver a Doña Leonor de Guzmán.

El más caracterizado de la guardia del palacio, no acertaba a comprender como un rubio extranjero hacia tal petición de querer ver a la favorita del rey de Castilla.

—No es posible —le dijo en modo imperativo—, alejaos de las proximidades del palacio.

—No os pongáis así, solamente deseo que le digáis que estoy en la puerta esperando su beneplácito para verla. Ella me conoce, sabe quién soy, simplemente os pido que le hagáis saber que estoy aquí, ella será quien os diga que me franqueéis la entrada, si quiere verme, o, por el contrario, os dirá que me echéis de aquí, si no lo desea.

—Acepto vuestra solicitud —dijo el guardia, un tanto dubitativo, esperando con esta medida no desagradar a la favorita del rey, pues sabía que, de no hacerlo, si llegara a enterarse la favorita por otra vía de que el extranjero había estado allí y se le había echado, la cosa hubiera sido peor—.

Un tiempo después, volvió el guardia que había llevado el mensaje, gritando a los que estaban en la puerta que dejaran pasar al extranjero.

—La señora accede a verte, sígueme, pero has de dejar la espada en el cuerpo de guardia, se te devolverá cuando salgas.