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lunes, 13 de mayo de 2019


Arqueros ingleses
El cuarto jinete
Libro VII de La Leyenda de Jhuno
CAPITULO IX: Los arqueros ingleses
El ejército de inglés era excepcional en varios aspectos. En primer lugar, era un conjunto disciplinado de profesionales bien y regularmente pagados (en comparación con el ejército feudal francés, indisciplinado y con contingentes de caballeros que despreciaban a todos los demás). El rey de Inglaterra tenía algo todavía mejor que era algo sorprendente en su ejército. Se trataba del arco largo que, fue inventado por los galeses. Medía más de un metro ochenta y arrojaba flechas de noventa centímetros, con puntas de flecha que podían atravesar las mallas y corazas de los caballeros.
Un arquero hábil podía arrojar una flecha con precisión a lo largo de 230 metros, y hasta llegar a los 320 metros. Su alcance era el doble del de una ballesta media, pero lo más importante era la velocidad con que podía ser montado. Mientras el ballestero montaba su arma, el arquero de arco largo, sacando las flechas del carcaj que llevaba en sus espaldas, podía arrojar 5 ó 6 flechas.  Si se enfrentaban números iguales de arqueros de arco largo y ballesteros, éstos eran acribillados, si estaban al alcance de los primeros.
El arco largo fue lo más semejante a un arma de fuego anterior a la pólvora que se haya conocido. El arco largo, por supuesto, era un arma de largo alcance, y si el enemigo podía arreglárselas para acercarse mucho, aquél no sería tan útil como la pica. Pero acercarse mucho a miles de entrenados arqueros de arco largo era algo mucho más fácil de decir que de hacer.
Los ingleses habían tomado el arco largo durante la campaña en Gales de Eduardo I, y habían perfeccionado su uso en la lucha contra los escoceses, cuando les permitió ganar varias batallas en una escala enormemente desigual.
También había sido usado en la batalla de Sluys y en una o dos escaramuzas menores, como en el vado de Blanchetaque. Pero no sería hasta dos días más tarde, donde los franceses (y los europeos occidentales, en general) llegarían a conocer bien sus virtudes. Sin embargo, nunca fue aceptado en el Continente.

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