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lunes, 13 de mayo de 2019


Jinetes franceses e ingleses se enfrentan mientras el ejército inglés cruza el río Somme. Autor Graham Turner
El cuarto jinete
Libro VII de La Leyenda de Jhuno
CAPITULO V: Cruzar el Somme
—¿Qué favor pretendes pedir al rey de Inglaterra? —le preguntó el monarca directamente—.
—Pues me gustaría unirme a vuestro ejército, si ello fuera posible.
—¿Solamente pides eso? ¿No quieres alguna parte del botín? ¿Nada de algún tesoro qué encontremos?
—No majestad, únicamente quiero ser parte de vuestro ejército, en calidad de arquero, pues he de reconocer que la lucha con espada no se me da muy bien, de hecho, en la única batalla que he participado, he salvado la vida por ser muy diestro con el caballo.
—¿En qué batalla has participado? —dijo el rey, un tanto intrigado—.
—En la batalla del Salado, en los confines sur del reino de Castilla, contra una invasión de los benimerines. De eso hace ya unos seis años.
—Cuenta, como se realizó esa batalla, quizás podamos aprender algo de ella.
—Yo no entiendo mucho de tácticas militares, pero aquella batalla se ganó por la sencilla razón de que la suerte estuvo de parte de los cristianos.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Majestad, los ejércitos se enfrentaron en campo de batalla abierto, caballería contra caballería, sencillamente la balanza se inclinó del lado cristiano, pero bien pudo hacerlo del lado contrario. Se enfrentaron sabiendo que la victoria o la derrota era incierta.
—Entiendo lo que quieres decir. Pero habría algo que desequilibraría la balanza en uno u otro lado, supongo.
—El ejército benimerín era más numeroso, mejor plantado en el terreno, pero el ataque de la exigua guarnición de Tarifa, a sus espaldas, hizo pensar a los moros que, una gran parte del ejército cristiano los atacaba por retaguardia creándoles confusión y dándose a la fuga. Supongo que también influyó en el ardor guerrero de los cristianos, que habían sido invadidos desde África, hasta en tres ocasiones anteriores y llevaban siglos reconquistando sus tierras a los africanos.

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